El Glamour en los Goya

En ésta como en la mayoría de las fiestas, fueron las mujeres las encargadas de llevar el glamour hasta el Palacio Municipal de Congresos del Campo de las Naciones. Una gran alfombra verde estaba esperando a que las estrellas desfilaran por este tramo, que sin duda es el más glamuroso de la noche. Ni siquiera el frío ni la lluvia, que caía sobre Madrid, consiguieron deslucir a nuestras estrellas.
El glamour y la elegancia convivieron con el tono casual y desenfadado que eligieron los artistas más jóvenes.
Muy pocas fueron las que llegaron con abrigo, entre ellas estaba Silvia Marsó, quien nada más pisar la alfombra verde se quitó esta prenda para lucir el vestido que los diseñadores Victorio y Lucchino habían creado para ella.
Maribel Verdú escogió un vestido de Alberta Ferreti muy apropiado, sin embargo el recogido no estuvo a la altura. Un tirante moño con raya en medio le hacía aparentar muchos más años de los que tiene. Otra que tampoco estuvo acertada con el peinado fue Elsa Pataky, quien parecía que iba a participar en un concurso de patinaje artístico más que asistir a la entrega de los Goya.

Las más guapas de la noche
Entre las más guapas estaba Mónica Cruz, vestida con un espectacular traje negro con escote palabra de honor, un moño desenfadado y unos preciosos pendientes de brillantes. Junto a la Cruz, Goya Toledo se disputaba el puesto de la más guapa de la noche. La actriz escogió para la ocasión un impresionante vestido en tonos plata, cuajado de pedrería y con escote en pico.

Belén Rueda, demasiado sobria
Natalia Verbeke y Belén Rueda coincidieron en el color del vestido. Una vez más el rojo fue protagonista de la noche. Ambas llevaban un bonito vestido, pero a Belén Rueda le faltó algunas pinceladas más de maquillaje y unas joyas que le hubieran adornado un poco más.